La terapia de pareja parte de la siguiente premisa: La pareja se
construye y se deconstruye tantas veces como sean necesarias hasta encontrar su
propio equilibrio. Todo vale, pero todo tiene que hablarse y llegar a un
acuerdo en el que se respete la voluntad
de los dos.
La terapia de pareja suele iniciarse con una sesión en la
que están presentes los dos miembros de la pareja. En esta primera sesión, expone su problema y también sus
expectativas con respecto a la terapia.
Las siguientes sesiones se desarrollan individualmente,
con cada uno de ustedes por separado. Como regla general, suelen ser, al menos
dos sesiones con cada miembro de la pareja, en las que, sin estar el otro
presente, se sienten más libres para expresar cómo están viviendo la situación
que en estos momentos les preocupa. Tras estas sesiones individuales,
llevaríamos a cabo una sesión conjunta en la que pondrán en común sus logros
hasta ese momento y se establecerán nuevas metas.
Habitualmente, se utiliza como material de apoyo lecturas
y ejercicios que les ayudarán a avanzar con paso firme y a superar su problema.
El papel del psicólogo es el de mediador neutral, pero el
protagonismo y el mérito es siempre suyo: es imprescindible su total
implicación para obtener resultados positivos. Cuanto mayor sea el compromiso
de cada uno de los miembros de la pareja con la terapia, antes empezarán a
notar los resultados.
Todo lo expuesto anteriormente tiene un único fin: la
cordialidad y el acuerdo en la pareja. Uno de los principales objetivos con los
que trabajamos los psicólogos es el de sacarle partido al entendimiento en la
pareja, y enseñarles a huir, siempre que se pueda, de la discordia. Y, en caso
de no poder evitarla, la pareja aprenderá a manejarla para llegar al
entendimiento.
Dicho de otro modo, cuando aparecen las tensiones y estas
derivan en lo que la pareja define como crisis, superarlas sin morir en el
intento es la lección pendiente en la mayoría de las parejas, y aprovecharlas
como elemento renovador, la oportunidad que enseñamos a descubrir.
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